jueves, 14 de septiembre de 2017

Regresamos con Berta Isla de Javier Marías.

Hablar de Berta es hablar de la espera y la duda , del no saber y de la angustia del que vive en vilo , pero también de la posibilidad de que la espera termine de forma feliz , todo es posible mientras  dura. Este es el Marías de siempre , el que nos hace pensar y meditar cada frase , el que siempre sugiere algo más de lo que escribe . Aquí nos encontramos con Berta y Tomas  o Tom(  como Marías dice  ) Newson  medio inglés y medio español , que se ven abocados a un matrimonio con intermitencias , con ausencias y reencuentros distintos de lo habitual incluso del de aquellos que viajan y están mucho tiempo separados por motivos de trabajo . También aparecen en escena personajes ya conocidos de otras historias como ; el “Proffesor” Wheeler o Tupra o Mr. Southworth , o las librerías de viejo de Oxford  , en fin el ambiente grato y tranquilo del Oxford que el autor conoce y cuenta , y por supuesto la historia nos recuerda , en pleno auge del MI5, y MI6 (Servicio de Inteligencia Británico) la necesidad de reclutar gente con capacidad y aptitudes , recurriendo para ello a lo que sea necesario incluso al engaño , siempre con el telón de fondo del secreto , de la necesidad de no contar , las graves consecuencias de revelar algo ni siquiera como chascarrillo , ni broma , ni chiste , ni después de una cena con vino que te puedes mostrar más parlanchín o lenguaraz y aún más la necesidad de desaparecer , de situarse fuera de la circulación , de morirse en vida . En fin una gran novela con todos los ingredientes habituales de Marías , que adereza con algún chispazo gracioso , como la aparición de un banderillero atractivo y solícito que con el tiempo devendrá en apoderado de peor hechura . Espero que de una vez le den el nobel , aunque lo espero todos los años.


Remitido por Pucho Méndez

martes, 6 de junio de 2017

Recorriendo el camino agridulce de la nostalgia con David Trueba



Todavía con la música de Dani Mosca sonando en nuestra cabeza (aunque nunca la hayamos oído), resulta difícil bajarse de este coche fúnebre en el que David Trueba nos lleva a recorrer el agridulce camino de la nostalgia: el de la juventud perdida.
Los padres, los hijos, los amigos, la muerte, el amor. Dani Mosca, un músico rockero con cierto éxito en los 80 y niño educado en un tradicional colegio de curas, decide llevar el cuerpo de su padre para enterrarlo en el pueblo de sus raíces: Garrafal de Campos. En este tétrico y tedioso viaje vuelve la mirada atrás para recordar su adolescencia rebelde y su juventud acelerada que le han llevado a vivir sin pensar, sin echar raíces.
Trueba ofrece una novela tierna, que se lee casi como una canción y que cuando se acaban sus 400 cortas páginas nos deja el corazón un poco más caliente. Y lo hace con una prosa sencilla y fluida, muy coloquial, que no pretende impresionarnos sino cautivarnos. No duda en combinar los momentos de mayor dramatismo con efectivos toques de humor y entresaca esas frases familiares con las que hemos crecido varias generaciones.
El impredecible Gus, el tosco y fiel Animal, la delicada belleza de Kei, son personajes que nos enamoran porque son como nosotros. Aciertan y se equivocan. Se caen y se vuelven a levantar. Un grupo de jóvenes arrebatados por la fuerza imparable del sexo, drogas y rock&roll, que al final tendrán que pagar la cuenta.
El libro es también un cálido homenaje a ese padre con el que nunca acabamos de aprender bien a interpretar el papel de hijos que nos corresponde.Un papel en el que no es fácil dar la talla. Y no sé si como dice Dani Mosca/David Trueba la generosidad, la bondad, la prudencia,la independencia (... una lista que sería interminable) se hereda o no. Solo nos queda confiar en que por lo menos algo se contagie.




Publicado en La Voz de Galicia.

viernes, 28 de abril de 2017

Revindicando a Mercé Rodoreda.


Después de leer, con retraso, “Espejo Roto” y “La Plaza del Diamante” , no me queda más remedio que reclamar una mayor atención hacia esta escritora de gran peso y que creo que no ha sido valorada , ni en su momento  ni ahora , como se merece. Tanto García Márquez, que tuvo la suerte de conocerla personalmente y a la que expresó su admiración sobre “La Plaza del Diamante “, la cual releyó en varias ocasiones , incluso en catalán , como Rosa Montero que destaca “Espejo Roto” como su gran obra , sin menospreciar la otra pero a la que considera como una bella sonata pero no comparable a la grandiosa sinfonía que supone ésta, nos dan una valoración muy positiva de esta gran escritora. Lo que consigue Rodoreda , en su “Espejo Roto”,  es contarnos el transcurrir del tiempo a través de la historia diaria y los personajes que la componen , un discurrir ameno y vitalista en que de la juventud se pasa a la madurez y al otoño físico y mental con el ritmo sosegado en el que se producen los hechos de una burguesía catalana desde mediados del XIX hasta la guerra civil española . Una burguesía rica en un país pobre e inculto , y en que todos los derechos , incluido el de pernada , estaban en favor de los ricos y el despido sin ningún derecho en favor de los pobres . Una gran sinfonía donde todo armoniza y suena como si en la mejor sala de conciertos nos encontráramos, una gran obra. Con respecto a “La  plaza   del Diamante” es la magnífica historia de una Colometa insuperable , en un discurrir en la Barcelona previa a la guerra civil y durante ésta , con un Quimet atrevido y fantasioso que le convirtió la vida en un sobresalto continuo con la variante, muy incordiante, de la cría de palomas en casa , después la guerra y sus consecuencias hacen que los malos y buenos momentos se alternen en la vida de una Colometa a la que indefectiblemente cogemos cariño . Muy buena escritora que no merece caer en el olvido.

Remitido por Pucho Méndez

miércoles, 19 de abril de 2017

Derecho natural: una novela generacional

..Triki, triki, triiiiiki, triiiki, triki, Mon Amour, triki, triki, triki, triiiiii . Si como yo ya has pasado la barrera de los cincuenta está melodía te será muy familiar y al evocarla habrás visto de inmediato, nítida como si fuera real, la imagen de un hombre gordo y embutido en una túnica estrafalaria que baila con los brazos abiertos. Si, es Demis Russos. Si los has visto tan claro como yo, lánzate a leer la novela que Martínez de Pisón ha escrito para retratar a nuestra generación, esa que nació en la recta final de la dictadura (60), pasó a la adolescencia con la transición y llegó a la madurez con la democracia (80). Una novela de familia que te llenará de nostalgia y te hará reír. Un padre, Angel Ortega, tarambana, iluso e irresponsable al que no acabamos de odiar porque su gran corazón nos cautiva. Una madre tradicional que se enfrenta al cambio de la sociedad y que se ve obligada a dar un gran salto y tomar las riendas de su vida.  Un hijo mayor, Angel, que es el narrador, nuestro otro yo, responsable y sensato hasta lo increíble: es el primer universitario de su casa y la red en la que todos encontrarán refugio en los malos tiempos. Èl se define como lo que no quiere ser: su padre ("un hombre que era el vacío que había dejado en nuestras vidas") y huye de reproducir su temible historia, ese matrimonio intermitente y esa vida de soledades. La familia se completa con un hermano pequeño que se transforma de delincuente a trabajador responsable  y las falsas gemelas Paloma y Luisa, que en realidad son hermanastras.Un núcleo familiar desestructurado y caótico con unos lazos solidarios tan fuertes que sobrevivirán a los distinto intentos de desintegración por parte del Big Demis: ese enorme padre de familia que va de fracaso en fracaso.
Pisón construye, como siempre, una novela redonda y nos hace disfrutar con los pequeños detalles, esas pinceladas llenas de nostalgia que nos devuelven a otras épocas. El olor de la primera pizza, el Dyane 6, los bañadores Marc Spitz, los comics de Mafalda, la música relamida de Janett y su Soy rebelde y sobre todo, Demis Russos, ese personaje omnipresente encarnado pos su imitador y padre de familia, que nos hará pasar grandes ratos de risa y  hasta nos hará aterrizar en el plató del Directisimo de Iñigo, al que aun nos parece ver en aquellos televisores de tubo en blanco y negro. Si ya has pasado el medio siglo prepárate  para disfrutar con esta novela generacional en la que te verás reflejado.


martes, 4 de abril de 2017

"·LA VIDA NEGOCIABLE" Luis Landero

Luis Landero es un muy buen escritor, ya me había causado una gran impresión con “El balcón en invierno” y me la ha ratificado ahora con esta novela. Su prosa sencilla, directa y de fácil lectura me recuerda a la del gran maestro Miguel Delibes. Aunque he leído otras obras de Landero, buenas, me da la impresión que en estas últimas ha dado un salto importante en nitidez y calidad. En esta novela nos cuenta cómo se crea un auténtico monstruo; el cómo se crea es muy fácil, sólo hay que mezclar dos ingredientes, por un lado la falta de buena educación y ciertas normas básicas de disciplina en los hijos desde la edad temprana y por otro, la sumisión ante cualquier chantaje aún con los familiares más allegados, con esto tu hogar se convertirá en un infierno. Pero no nos alarmemos, en la novela, no hay matanzas, ni crímenes sangrientos, alguno si hay, pero lo habitual son chantajes domésticos, en el día a día; como sisas de monedero, faltas continuas a clase, desprecios a los padres etc. Lástima la oportunidad perdida en la “mili” donde podían haber enderezado el rumbo del rata de Huguito y así evitar que se convirtiese en un ser egoísta, egotista, celoso y violento, en fin un ser abyecto La historia nos cuenta un montón de vivencias interesantes y amenas del protagonista Huguito y su familia, alguna sorprendente; como la capacidad innata de Huguito con el arte de peluquería y estilismo ,(es la primera vez que me encuentro con un protagonista peluquero), otras bastante lógicas como su incapacidad de relacionarse con personas normales o establecer una relación de amistad o amor. Como corolario diría que estos seres existen, conviven con nosotros y hay que cuidarse mucho de no mezclarse con ellos. OJO!!!! Dan el pego!!

Remitido por Pucho Méndez

miércoles, 29 de marzo de 2017

"UNA TEMPORADA EN EL PURGATORIO" de Dominick Dunne. Una muy buena novela.

Supongo que la mayoría tendremos que pasar una temporada en el purgatorio , si es que existe , pero la que tendrá que pasar Johny Fuselli seguro que será bastante larga. Si, este es el colofón de una buena novela, novela de ricos, muy ricos, gente que la mayoría ni conocemos, ni falta que nos hace, que manejan negocios turbios , o mejor sucios e ilegales pero dado su poder y capacidad de influencia y control, manejan impunemente. El problema común de estos ricos de mal pelaje , en este caso los Bradly, es el vacío que le hacen “los ricos de toda la vida”, no les dan cuartelillo y aunque compartan los mismos clubs, debido a aportaciones dinerarias de los advenedizos, nunca los invitaran a su mesa . En todo caso, estos mafiosos no tiene problema para comprar, amenazar, influir o convencer a la mayoría de la sociedad y mucho más en este caso en que se ven envueltos en el asesinato de una chica de quince años. Nada nuevo que no veamos a diario en nuestro entorno. La historia, nos la cuenta Harrison Burns un escritor que durante su juventud ha estado muy cerca de la familia Bradly, pasando desde una atracción y admiración fortísima por Constant, gran protagonista y futuro líder del clan, hasta una posterior relación con Kitt, guapa y lista pero incapaz de soltarse de las “obligaciones” familiares lo que la lleva a un matrimonio de conveniencia y como consecuencia a un alcoholismo crónico . Merece la pena leerla, es una muy buena novela.
Remitido por Pucho Méndez.